El ragú de morcillo de res es un plato clásico que resalta por su textura tierna y su profundo sabor. La cocción lenta de la carne en compañía de vegetales frescos, como zanahorias y papas, hace que cada bocado sea un deleite. Aunque el proceso de preparación requiere paciencia, los resultados valen completamente la pena. Este guiso es perfecto para aquellos días en los que quieres disfrutar de una comida reconfortante y nutritiva, ideal para compartir con la familia o amigos.
Para preparar un delicioso ragú de morcillo de res necesitarás los siguientes ingredientes:
Antes de comenzar a cocinar, asegúrate de tener todos los ingredientes preparados. Corta el morcillo de res en trozos medianos, aproximadamente de 3 a 4 cm cada uno. Pela y corta las zanahorias en rodajas, las papas en cubos medianos, y el apio en rodajas finas. Pica la cebolla y el ajo para que estén listos para agregar al guiso. Tener los ingredientes organizados desde el principio facilitará el proceso de cocción.
En una olla grande o cazuela profunda, calienta un poco de aceite vegetal a fuego medio-alto. Una vez que el aceite esté caliente, agrega los trozos de morcillo de res en una sola capa, evitando amontonarlos para que se doren uniformemente. Deja que la carne se dore por todos los lados durante unos 5 a 7 minutos. Este paso es importante, ya que sellar la carne ayudará a conservar sus jugos durante la cocción lenta.
Una vez dorados, retira los trozos de carne de la olla y resérvalos en un plato aparte. Este paso también permitirá que los sabores de la carne se integren mejor con el resto de los ingredientes durante la cocción.
En la misma olla donde doraste la carne, agrega un poco más de aceite si es necesario y reduce el fuego a medio. Añade la cebolla picada y el ajo, y sofríelos durante 5 minutos hasta que la cebolla esté translúcida y el ajo haya soltado su aroma. Luego, incorpora las rodajas de zanahoria y apio, y cocina todo junto durante 3 a 4 minutos adicionales.
Una vez que las verduras estén ligeramente cocidas, agrega los tomates triturados o la salsa de tomate a la olla. Remueve bien para que se integren todos los sabores. Luego, incorpora las hojas de laurel, el tomillo seco y el pimentón dulce. Si te gusta un toque de picante, puedes agregar una pizca de pimentón picante o ají molido. Revuelve todo bien y deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos 5 minutos, para que los sabores comiencen a desarrollarse.
Devuelve los trozos de morcillo de res a la olla, junto con el jugo que hayan soltado en el plato. Vierte el caldo de res sobre la mezcla, asegurándote de que cubra bien la carne y las verduras. Si es necesario, añade un poco más de caldo o agua para ajustar la cantidad de líquido.
Una vez que todos los ingredientes estén en la olla, lleva la mezcla a ebullición. Luego, reduce el fuego al mínimo y tapa la olla. Deja que el ragú se cocine a fuego lento durante al menos 2 horas, o hasta que la carne esté completamente tierna y se deshaga fácilmente al tocarla con un tenedor.
Es importante verificar el guiso de vez en cuando para asegurarse de que no se quede sin líquido. Si notas que el caldo se ha evaporado demasiado, puedes agregar un poco más de agua o caldo para mantener la consistencia adecuada.
Una vez que la carne esté tierna, agrega las papas en cubos a la olla. Cocina por unos 30 minutos adicionales, o hasta que las papas estén completamente cocidas y se hayan integrado con el resto de los ingredientes. Las papas aportarán una textura suave y un toque de sabor que complementará perfectamente la carne y el caldo espeso.
Antes de servir, prueba el guiso y ajusta la sal y la pimienta según sea necesario. Dependiendo de tus preferencias personales, puedes agregar más pimentón o tomillo para intensificar los sabores. Recuerda que el ragú debe tener un sabor rico y bien equilibrado, por lo que ajustar los condimentos es clave para lograr el mejor resultado.
Una vez que el ragú esté listo, sirve porciones generosas en platos hondos o cazuelas individuales. Puedes decorar el plato con un poco de perejil fresco picado para darle un toque de color y frescura. Acompaña el ragú con pan recién horneado o algún tipo de acompañamiento sencillo, como arroz blanco o pasta corta, que ayudará a absorber los sabores del guiso.
Tiempo de cocción: Este plato se puede preparar con antelación. De hecho, algunos dicen que el ragú de morcillo de res sabe aún mejor al día siguiente, ya que los sabores tienen más tiempo para fusionarse.
Textura: Si prefieres una salsa más espesa, puedes dejar la olla sin tapa durante los últimos 30 minutos de cocción para que el líquido se reduzca.
Variaciones: Puedes experimentar con diferentes verduras según la temporada. Por ejemplo, agregar champiñones o calabacines puede darle un toque diferente al plato.
Este plato tradicional, lleno de sabores y texturas, es perfecto para disfrutar en una comida familiar o para cualquier ocasión especial. El ragú de morcillo de res destaca por su simplicidad y el increíble sabor que se logra con ingredientes básicos cocinados a fuego lento. ¡Una vez que lo pruebes, seguramente se convertirá en uno de tus guisos favoritos!
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